Capítulo 2: Del billete a las transferencias electrónicas

El dinero cambia

Comprar el pan con un billete, pagar la cuenta de la luz con tarjeta de crédito y transferirle plata a un amigo son cosas que hacemos a diario. No nos llama particularmente la atención. Nos acostumbramos fácilmente.

Pero no siempre fue así.

Las primeras formas de dinero fueron en forma de conchas, sal o perlas. En algún momento de la historia el oro se ganó la predilección de muchos, y logró ser el dinero más usado globalmente.

Los primeros bancos

En la época del oro, el transporte de monedas empezó a ser un problema. Los que hicieron buenos negocios no se sentían tranquilos con el oro guardado en sus propias casas. Así nacieron los primeros bancos del siglo XVI. Tú ibas con monedas de oro, y el banco te entregaba un papel que decía "vale por 5 gramos". Más adelante, con ese mismo papel, podías pedir de vuelta el oro correspondiente.

Un banco podía decidir tener distintos tipos de billetes, "vale por 1 gramo" o "vale por 100 gramos". Sin duda una idea brillante.

El dinero cambió. Del oro a los billetes.

Andar con oro fue cada menos usado y la gente se acostumbró a comercializar por simples papeles. Por increíble que suene, ahora podías vender un caballo y recibir a cambio una pila de billetes.

Los países y los billetes

El mundo decidió organizarse en países. Nacieron gobiernos, leyes y pronto descubrieron que debían ordenar el tema de los billetes. Los papeles que estaban dando vuelta, de diferentes bancos, serían cambiados por uno sólo tipo de papel, entregado por un banco controlado por el gobierno.

El dinero cambió. De billetes privados a billetes de estado.

Aunque lo lógica era la misma y el billete seguía teniendo su equivalente al oro, la gente de a poco se fue olvidando de eso. Varias generaciones pasaron en que nunca más hicieron el cambio al oro. Además era la moneda del país y eso entrega más confianza, ¿no? Ya pocos se preguntaban cuál era el origen de estos papeles. Nos acostumbramos no más.

Fin del patrón oro

En 1971, el presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, decretó que sus billetes ya no debían porqué tener una equivalencia en oro. Los dólares ya no tendrían respaldo en nada.

El dinero cambió. De billetes con respaldo a billetes sin respaldo.

Todos los países hicieron lo mismo. lo siguieron y con eso vino la inflación. Los billetes ahora pierden su valor día a día. Si bien esto trajo mucho éxito para unos países, otros gobiernos menos responsables, lograron hiperinflaciones ridículas, destruyendo la economía local. Pero bueno, eso es otro historia.

Dinero electrónico

Con la llegada de internet, los bancos no se quedaron atrás y levantaron sus propias páginas. Además de poder ver el saldo, los usuarios pueden traspasar fondos a otras cuentas. Las personas usan cada vez menos los billetes y cada vez más los medios digitales. Es tan así, que se cree que Dinamarca será en poco tiempo más 100% digital, en términos de plata.

El dinero volvió a cambiar. Y en nuestras narices.

Ahora ni siquiera es necesario que se impriman papeles en el mundo físico. Pasamos del oro a una base de datos en servidores de los bancos.

¿Qué viene después?

No es un misterio lo que nosotros pensamos. Pero no hablemos de Bitcoin todavía. Lo importante es reconocer que el dinero ha cambiado múltiples veces y no existe ninguna restricción para que vuelva a pasar. Hay que tener claro que ha tomado las formas más diversas e increíbles. Poco importa saber cómo funciona. Mientras la gente lo use y lo acepte, estamos bien. Nos acostumbramos rápidamente.

Tarea para la casa 🏠:

¿Hacia dónde crees que podría evolucionar el dinero? ¿Hay algo que debiera mejorar? ¿Podría volver a dejar de depender del gobierno?