El Valor Oculto de los Datos ⛽️
El mundo digital que habitamos hoy está saturado de datos. Al igual que el petróleo alimentó la revolución industrial y moldeó la economía mundial del siglo XX, la data se ha convertido en el oro negro del siglo XXI, transformando nuestra forma de vivir, trabajar y comunicarnos. Sin embargo, a medida que avanzamos hacia un futuro cada vez más digitalizado y robotizado, es crucial que entendamos cómo se valora, se utiliza y se protege este recurso vital (aunque tenga circuitos en vez de venas).
Hoy, nos encontramos con una disyuntiva crucial, porque -si es que no sabías- la Inteligencia Artificial requiere gestionar data para entregarte resultados escritos, visuales, de sonido, entre otros.
Apalancamiento de Datos y su Valor en la Inteligencia Artificial
Haré doble click en esto, porque esto es muy importante y la polémica seguirá creciendo. Cuando pensamos en la Inteligencia Artificial, solemos imaginarnos complicados algoritmos y códigos que permiten que estas máquinas piensen y actúen. Pero detrás de estos algoritmos hay un componente vital: los datos.
En Business Insider, Alistair Barr escribió un artículo que invita a reflexionar sobre la importancia de la data en modelos como GPT-4 de OpenAI. Estos modelos han sido construidos utilizando millones de libros y artículos, alimentando su capacidad para entender y generar lenguaje.
Un experimento interesante en este contexto es el realizado con los libros de Harry Potter. En la búsqueda de comprender cómo afectan los datos individuales al rendimiento de un modelo, se encontró que, al eliminar estos libros de una agrupación determinada de data, la precisión del modelo de lenguaje disminuye significativamente. Esta prueba, realizada con el modelo SILO, pone de manifiesto el valor tangible de un solo conjunto de datos en el vasto mar de información.
Pero, ¿cuánto gana J.K. Rowling cada vez que ChatGPT dice "Lamentablemente, mi conocimiento hasta 2021 indica que Harry no era un Horrocrux, dado que el basilisco no lo asesinó en la Cámara Secreta"? ¿O cuánto se acredita a Warner Bros. y Wes Anderson cuando MidJourney crea una reinterpretación colorida y simétrica de los icónicos personajes de la saga más famosa del mundo?
La Necesidad de Reconocer la Propiedad de Datos
Pero, ¿quién es el verdadero dueño de estos datos? En su charla TED, Jennifer Zhu Scott argumenta que, mientras grandes corporaciones acumulan riquezas con los datos que generamos, rara vez se compensa al individuo que produce estos datos. Al hacer una analogía con la China de finales de la década de 1970, Zhu sugiere que, al igual que el país prosperó cuando las personas tuvieron derecho a poseer y beneficiarse de su trabajo, los individuos deberían poder beneficiarse de sus propios datos.
Tal como China evolucionó desde la propiedad estatal a la propiedad privada, estamos en un punto crucial en la evolución digital, donde es necesario reconsiderar la propiedad de los datos. Las soluciones emergentes, como Brave, DuckDuckGo, digi.me y UBDI, nos muestran que es posible un modelo en el cual el individuo tiene control sobre su propia información, pudiendo monetizarla o protegerla según lo vea conveniente.
Jennifer expone que este cambio de paradigma y solución puede atender a la pobreza mundial incluso.
Hacia un Futuro Equilibrado
Así como el petróleo del pasado necesitaba ser refinado para extraer su valor, los datos del presente también requieren procesamiento. Pero más importante que los algoritmos y la tecnología es el reconocimiento de la importancia de cada pieza de información y el derecho de las personas a controlarla, ¿qué opinas? Puedes comentarme en el post de LinkedIn donde promociono este artículo.
Estamos en la encrucijada de un nuevo amanecer digital, donde el equilibrio entre libertad y equidad será esencial para una sociedad digital próspera. De aquí surgen un montón de discusiones que no solo residen en la inteligencia artificial, sino también se expanden a muchísimas otras industrias. Por ejemplo, las finanzas, pensando en las CBDCs que están estudiando la mayoría de los países del mundo.
Los datos, al igual que el petróleo, pueden ser una fuente de riqueza y progreso, pero solo si sabemos cómo extraer su valor y asegurarnos de que beneficie a todos, no solamente a unos pocos.