Enviar dólares al exterior: ¿SWIFT o stablecoins?

Hasta hace poco, enviar dólares fuera del país era sinónimo de SWIFT, corresponsales, feriados y espera. El clásico “payment in process”, el banco de acá, el banco de allá… y tu flujo de caja mirando el calendario.

Hoy aparece otro protagonista, más silencioso pero efectivo: las stablecoins. Un “dólar digital” que viaja en minutos, 24/7, con confirmación casi instantanea. No reemplaza todo, pero agrega una pista rápida justo donde el riel tradicional se atasca.

Dos caminos, un mismo objetivo

SWIFT (el de siempre). Es la red bancaria global. Formal, conocida, exigida por muchos proveedores. Su letra chica: depende de horarios, de bancos intermediarios y de costos que no siempre uno considera (tarifas y tipo de cambio aplicados).

Stablecoins (el nuevo riel) . Envíos de “dólar digital” 1:1 con confirmación casi inmediata, incluso viernes por la noche. Luego tú o tu contraparte convierten el USDT o USDC a fiat con menos fricción y más previsibilidad.

Cuando urgencia, costo y trazabilidad importan al mismo tiempo, cambia la conversación.

Con stablecoins, el tiempo pasa de días a minutos; los horarios dejan de ser un obstáculo; y el comprobante llega con un ID visible al instante. El costo ya no está en la ruta —que es mínima— sino en entrar y salir de ese mundo digital (comprar y vender el “dólar digital”). ¿SWIFT quedó atrás? No. Sigue siendo la vía correcta cuando tu proveedor exige abono bancario. La clave es elegir el riel según el caso.

¿Y en la práctica?

Por ejemplo, una empresa que importa insumos, el pago al proveedor extranjero define el ritmo de toda la operación. Con SWIFT, la orden sale hoy y el abono se concreta cuando el banco de destino termina sus controles. Funciona y es el estándar establecido como regla general. Con stablecoins, el guion cambia: la tesorería compra un “dólar digital”, envía y la confirmación llega en minutos; el proveedor convierte a dólares bancarios cuando le conviene y el despacho se libera de inmediato. Para anticipos o embarques urgentes, esa diferencia de timing se nota en bodega y en caja.

En el mundo freelance el contraste es igual de claro. Las aplicaciones de transferencias tradicionales ofrecen una buena experiencia, pero el dinero puede tardar horas —o más de un día— en acreditarse. Cuando el cliente paga con “dólar digital”, el cobro entra casi al instante y el profesional decide si lo cambia a su moneda local o espera un mejor tipo de cambio.

¿Qué gana cada área dentro de la organización? Finanzas puede obtener un flujo de caja más predecible y confirmaciones inmediatas; Operaciones deja de frenar despachos por un “pago en tránsito” y, para las personas, se acaban los correos de “¿ya llegó?” y mejora el control del tipo de cambio.

La decisión práctica

Antes de cada envío, la pregunta no es “¿cripto o banco?”, sino qué riel resuelve mejor este caso:

¿Cuán urgente es?, ¿Qué pide la contraparte?, ¿cuánto y con qué frecuencia vas a pagar?, ¿Necesitas el comprobante ahora?, ¿Te chocan husos y feriados?

Con esas respuestas sobre la mesa, ¿Que instrumento ocuparias tú?

Idea central: no se trata de elegir un bando. Se trata de usar el riel correcto en el momento indicado. Si hoy tu negocio —o tu vida— cruza fronteras, tener dos opciones ya no es un lujo: es una estrategia.