Ethereum: cómo llegamos hasta donde estamos hoy
Este artículo fue escrito por nuestro columnista invitado Cristóbal Pereira.
Cristóbal es CEO de LatamTech, empresa que fomenta y difunde el uso de tecnologías transformadoras en Latinoamérica, y director general del Blockchain Summit Latam, evento ícono del ecosistema Blockchain de Latinoamérica con más de 1.800 asistentes en 3 ediciones. Además cuentan con una academia virtual llamada Blockchain Academy Chile, y es el CEO de Godzillion, plataforma de activos digitales donde trabajan en una economía digital basada en la tokenización de activos. Además es profesor de Blockchain y Criptoactivos en la Universidad de Chile.Twitter: @cristpereirag
Para dar inicio a este artículo, es necesario primero partir por su origen, el White Paper que nos entregó las bases sobre lo que sería Ethereum, y en base a ese origen analizar si el objetivo ahí planteado realmente ha logrado ser alcanzado hoy en día, o si en su aún no lo alcanza, si va en camino a lograrlo.
Resumen de qué es Ethereum:
Ethereum es una red Blockchain creada por Vitalik Buterin, Gavin Wood, Joe Lubin, entre otros, que a partir del año 2013 inició su proceso de ideación. Para el año 2014 realizaron un exitoso crowdfunding (ICO) que les permitió levantar un total de casi US$ 19 millones a través de 31.529 BTC, de aquella época. Este proceso se denominó un pre-sale donde se crearon un total de 60.000.000 ETH para su venta a una tasa inicial de 2.000 ETH por 1 BTC y terminando luego de los 42 días en 1.337 ETH por 1 BTC.
Para aprender qué es Ethereum, revisa nuestra guía Qué-es-Ethereum
El bloque génesis (el bloque inicial que da origen a toda red Blockchain) se minó el 20 de Julio de 2015, dando inicio a una denominada nueva generación de redes Blockchains o “Blockchains 2.0” al agregar una capa de programación o Contratos Inteligentes a su protocolo base o código fuente. Lo que en su momento fue una gran innovación ya que el foco presentado por Bitcoin, como un sistema monetario alternativo, era distinto al foco presentado por Ethereum.
Entendamos primero su origen, el cual de acuerdo con su White Paper viene de la base de Bitcoin, indicando que la tecnología subyacente de Bitcoin, el Blockchain o Cadena de Bloques, se puede utilizar para aplicaciones alternativas al dinero o moneda como lo planteó Bitcoin originalmente. Dentro de estas aplicaciones alternativas destaca las de monedas customizadas e instrumentos financieros (Colored Coins, proyecto que se trató de realizar sobre el Blockchain de Bitcoin), la titularidad de un bien físico subyacente (Smart Property), activos no fungibles como nombres de dominios (Namecoin), así como implementaciones más complejas regidas por códigos (Smart Contracts) o incluso Organizaciones Autónomas Descentralizadas (DAOs) basadas en Blockchain. Para esto, Ethereum se rige como una red Blockchain con un lenguaje de programación Turing-complete incluido, que puede ser utilizado para crear “contratos” para codificar funciones de transición de estado arbitrarias, permitiendo a los usuarios crear cualquiera de los ejemplos explicados anteriormente, así como muchos otros que aún no hemos imaginado, simplemente al escribir la lógica en algunas líneas de código.
¿Qué son los smart contracts? Revísalo acá.
Ethereum ha sido denominado como el World Computer, o computador global, que en términos concretos y para simpleza de la comparación, es como un gran servidor global donde se pueden desarrollar aplicaciones encima de este. Similar a lo que proveen las grandes empresas tecnológicas a través de sus servicios en nube o cloud services como Microsoft, Amazon, IBM, Oracle, entre otras, pero basado en una red de computadores que entregan una estructura de base de datos descentralizada, con un registro inmutable y seguro.
La red de Etherem previene que los malos cálculos obtengan consenso, y registra cuál fue el consenso y hace que ese registro sea a prueba de manipulaciones. Por lo que, en vez de confiar en empresas proveedores de cloud services, un gobierno local, registros bancarios, o cualquier otra entidad que lleve una base de datos centralizada, para mantener un registro a perpetuidad, la red de Ethereum lo hace en su reemplazo.
Sin embargo, desde su creación al día de hoy los principales cuestionamientos a esta red o infraestructura tiene relación a la cantidad de información que puede procesar/registrar de una vez, ya que la red Ethereum permite un máximo de 15 transacciones por segundo, el doble que Bitcoin, pero muy por debajo de los nuevos protocolos que se han desarrollado que son más rápidos, económicos y para cálculos más complejos. Varias son las veces en la que hemos visto al red de Ethereum colapsada, con cientos de miles de transacciones esperando ser registradas y con un costo de registro muy elevado.
Toda la red de Ethereum funciona con su criptomoneda nativa llamada Ether, similar a Bitcoin, pero que en vez de ser un reemplazo al dinero, es la que te permite implementar el registro de los smart contracts desarrollados. A esto se le llama el GAS, que es el combustible de la red para poder procesar y registrar las transacciones. En comparación, esto sería similar al pagar mensualmente por tu servidor en la nube de un proveedor, donde poder subir tus aplicaciones. En vez de pagar mensual y subir ilimitadamente, acá pagas por cada registro a través del Ether. Aunque también puedes usarlo como una moneda de intermcabio, similar a Bitcoin.
¿Qué es el GAS? revísalo acá.
Ethereum como infraestructura para el desarrollo de aplicaciones
Ethereum funciona bajo el mismo algoritmo de consenso de Bitcoin, es decir, Proof of Work o Prueba de Trabajo (el principal algoritmo de consenso utilizado por más de 500 protocolos), el cual es comúnmente conocido que es lento y poco escalable. Aún con algunos ajustes implementados por Ethereum, este puede procesar sólo 15 transacciones por segundo, mientras que Bitcoin sólo 7 transacciones por segundo. Desde su inicio, Vitalik sugirió que Ethereum debía trabajar bajo otro algoritmo de consenso llamado Proof of Stake (el segundo algoritmo de consenso más utilizado con un poco más de 200 protocolos), pero el cuál hoy en día no ha mostrado ser seguro y persisten las dudas en la comunidad de Ethereum, desplazando su implementación los últimos 4 años.
Desde su surgimiento Ethereum ha sido “actualizada” 7 veces, generado 4 forks a su protocolo, uno de ellos, el primero llamado Frontier Thawing el único no planeado, todo esto resto fue planeado. Dentro de su historia de forks a su cadena podemos encontrar sin embargo una que no tuvo nada que ver con una actualización a su protocolo, si no muy por el contrario, echar atrás un grave hackeo realizado sobre una DAO el 20 de julio de 2016.
Este fork generó un debate muy fuerte en la comunidad de Ethereum, llevando a separarla, donde un grupo mantuvo la cadena original llamada Ethereum Classic, pero la gran mayoría se mantuvo en la cadena nueva que eliminó el hack de su historia. El hackeo a la DAO fue de US$ 50 millones en ese entonces.
Todos los upgrades realizados a la red Ethereum (Homestead, Metropolis, Constantinople, Istambul) se han enfocado netamente en mejorar la velocidad de la red, reducir su costo, incrementar la actividad y mejoras ante vulnerabilidades de hackeo, principalmente.
Fuente: Consensys
Sin embargo, aunque muchas de estas mejoras si bien han permitido efectivamente un mejor desarrollo y operatividad de la red, aún falta la implementación de su gran objetivo por el que han venido trabajando los últimos 4 años, Ethereum 2.0 la que permitirá la escalabilidad de la red.
El gran problema de Ethereum hoy, y que muchos lo hemos vivido, es que es víctima de su propio éxito, ya que ante aumentos significativos en sus transacciones directamente implica un aumento sustancial en el costo de procesamiento, haciendo inviable cualquier aplicación de cara a un usuario “común” en el corto plazo. ¿Te imaginas realizando una simple transacción de tokens pagando US$ 60 a la red para implementarse?, en el mundo real eso no funciona. Los que vivimos el primer gran colapso de la red en septiembre de 2017 producto de los Cryptokitties, y posteriormente una serie de aumentos de transacciones en la red, siendo la última la ocurrida la semana del 9 de marzo de 2020, cuando el Ether sufrió una caída del 50% en su valor, permitiendo la explotación de una vulnerabilidad al Smart Contract de la stablecoin DAI.
¿Cuánto vale 1 ether? Revísalo acá.
La escalabilidad se soluciona con el denominado upgrade a Ethereum 2.0, siendo el gran problema de esta actualización el control de la red, ya que se sabe que 32 ETH es lo que deberás dejar en reserva para poder ser un validador, y por ende qué pasará con aquellas ballenas que pueden acaparar la red y “centralizarla” por el sólo hecho de tener un mayor patrimonio financiero para participar. La gran disyuntiva se centra en ¿mayor escalabilidad a cambio de mayor centralización?. Hoy por hoy parece ser la solución que otros protocolos han implementado con el objetivo de ser “más rápidos”… pero a costa de la centralización.
Aplicaciones construidas sobre Ethereum (DApps)
Hoy en día, con más de 3.300 Aplicaciones Descentralizadas (Dapps) registratas en stateofthedapps.com el 83% (2.800 aprox) se encuentran desarrolladas sobre la red de Ethereum. Esto conlleva una gran responsabilidad, ya que como lo mencionamos anteriormente, el problema de esta red es su poca escalabilidad lo que conlleva la saturación de la red ante un aumento significativo de las transacciones.
Fuente: Stateofthedapps.com
Recordamos el año 2017, donde vivimos una de las eras más importantes en Ethereum, siendo también una de de las eras de grandes consecuencias para la red, la era de las ICOs o Initial Coin Offering (Oferta Inicial de Monedas). Durante ese año vivimos numerosas saturaciones a la red, producto de inversores que querían desesperadamente invertir en proyectos basados en Ethereum y que crearon un token de utilidad (ERC-20) que les permitiría operar dicha plataforma. La manera de financiarse de estos proyectos era creando una cierta cantidad de tokens para venderlos a estos inversionistas que en muchas ocaciones saturaban la red con tal de lograr comprar algunos tokens de los proyectos más cotizados. Inclusive, llegando a invertir un total de US$ 35 millones en menos de 30 segundos en el proyecto Brave.
¿Qué son las Dapps? Revísalo acá.
Durante el 2017 se implementó una actualización, Byzantium, que implementó la bomba de dificultad la cuál ha debido ser retrasada en varias oportunidades producto de que aún no se encuentra una solución a ese problema.
Durante ese mismo año conocimos Cryptokitties, esta Dapps que generó una gran saturación de la red en noviembre de 2017 al crear gatitos coleccionables bajo tokens ERC-721 o no fungibles, que por cierto fue una gran innovación al ecosistema de Ethereum, provocando un incremento en los costos de ejecución de transacciones y registros de smart contracts.
2018 fue un año que sin embargo marcó mucho sobre los proyectos financiados bajo las denominada ICOs, ya que muchos de ellos no lograron desarrollarse o no lograron las metas que habían planteado de usuarios, mucho por los problemas de usabilidad que tiene la red, una de las grandes tareas para los desarrolladores que aún no se han podido implementar.
A diciembre del 2019 el gaming es el área que más transacciones aporta al ecosistema Ethereum con casi el 30% de sus transacciones diarias, seguido por los exchanges descentralizados o DEX con un 24% de las transacciones diarias. 14% aporta el ecosistema DeFi de Ethereum al total de sus transacciones diarias.
Fuente: Stateofthedapps.com
Por último, en el siguiente gráfico podemos apreciar la comparación de cuentas (billeteras) activas en las 3 principales redes globales Bitcoin (rojo), Ethereum (lila), y Bitcoin Cash (azul), donde podemos apreciar que desde hace un año (enero de 2019) sus curvas se han mantenido sin incremento considerable alguno.
Fuente: coinmetrics.io
Este último gráfico es interesante de analizar, principalmente porque vemos que enlos últimos meses la red de Ethereum ha mostrado un importante incremento en sus cuentas activas, inclusive buscando superar a Bitcoin en los próximos meses.
Durante el año 2019 vimos nacer un nuevo ecosistema basado en los servicios financieros, el denominado DeFi o Decentralized Finance o Finanzas Descentralizadas.
Lo más reciente, el ecosistema DeFi (Decentralized Finance)
Este ecosistema en tan sólo un año creció de manera exponencial, todos con el objetivo de ofrecer servicios financieros más rápidos que no estén gravados por limitaciones regionales. Estas son versiones sin fronteras, globales e igualitarias de servicios financieros.
Fuente: The Block
Los servicios de DeFi ofrecen seguros, bolsas de valores, servicios bancarios y mucho más. Pero aún podría no estar claro por qué, hasta que observe los puntos en común entre esta amplia gama de servicios.
DeFi es un mercado de crecimiento interesante, pero muchas de las dApps no tienen mucho uso debido al nicho y la complejidad de la experiencia del usuario. Otros sucesores más rápidos y más baratos de Ethereum también ofrecen versiones paralelas o competidoras de las ofertas de DeFi. Si tienen mucho uso, el gran riesgo que corren es el de congestionar la red Ethereum, como ya lo hemos visto anteriormente, para otras transacciones y cálculos al usar demasiado gas. Recuerdar que el ether es el gas de la red.
Sin embargo este ecosistema de cierta manera ha logrado atraer una gran cantidad de capital a sus servicios, llegando hasta casi los US$ 1,2 billones en febrero de 2020, principalmente por uno de los actores relevantes de este ecosistema DeFi, MakerDAO, proyecto detrás de DAI la stablecoin creada en base a una estructura de contratos inteligentes, conectada a través de oráculos para ajustar los algoritmos para mantener en reserva distintos activos digitales para mantener el valor de 1 DAI en 1 USD.
Fuente: DeFi Pulse
Como se aprecia en el gráfico, más de la mitad (54%) de este valor “bloquedado” corresponde a los activos colateralizados en DAI, el cual en marzo de 2020 sufrió un grave ataque producto de una vulnerabilidad en la red de Ethereum que le permitió a un hacker obtener cerca de US$ 4,5 millones en Ether a costo US$ 0. Muchos clientes sufrieron grandes pérdidas producto de que sus reservas de Ether las tenían “bloqueadas” en dicho contrato obtniendo una tasa de interés en compensación. Similar a un depósito a plazo ofrecido por un banco. Esto llevó a que el total de activos en el ecosistema DeFi cayera a los US$ 620 millones que observamos el día de hoy.
Si bien los servicios que se están construyendo sobre Ethereum asociados a DeFi son interesantes, innovadores y sobre todo visionarios, cabe destacar que aún se necesita de más desarrollo y sobre todo más “hackeos” para que los proyectos puedan ir mejorando sus sistemas de seguridad.
Ethereum 2.0
Por último hablar sobre lo que se viene, el esperado Ethereum 2.0 que se ha venido preparando desde hace bastante tiempo, y del cuál se espera que las primeras implementaciones se empiecen a ver este año 2020.
Ethereum 2.0 será un fork a la red de Ethereum, tal cuál lo fue el fork del DAO que creo Ethereum Classic. En consecuencia tendremos 3 redes de Ethereum operando en paralelo. Esta nueva red sin embargo funcionará bajo el algoritmo de consenso PoS, que esperamos le de la escalabilidad que tanto se requiere en esta infraestructura.
Por el momento el denominado “World Computer” no ha sido tal cosa. Las Dapps no funcionan para el usuario tradicional, no existen nuevas cuentas activas operando sobre Ethereum (al menos no más que Bitcoin). Esperamos que con la implementación de Etheruem 2.0 esta realidad cambie, pero hasta el momento y con lo que hemos visto en los últimos años, se hace difícil el poder esperar mucho del equipo etherean.
La esperanza no se pierde, por mi lado particular, pero ya no visualizo un mundo descentralizado sobre la infraestructura de Ethereum, pero si en una infraestructura integrada con otros protocolos.
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