La crisis bancaria que sorprende a todos
A continuación te presentamos un análisis que aborda las quiebras bancarias ocurridas en marzo de 2023 y revisa sus posibles efectos sobre la economía, realizado por el economista senior del Observatorio de Contexto Económico UDP, Juan Leonardo Ortiz Castillo.
Los mercados financieros a nivel global están altamente integrados, toda vez que los precios de los activos y pasivos responden automáticamente a la información de mercado y a las expectativas, las cuales juegan un factor crucial en la valoración de estos. Los cambios diarios que vemos en los instrumentos de renta fija y variable constatan este hecho. En este sentido, el mundo económico enfrenta, con sorpresa, la crisis bancaria de un número acotado de bancos de segundo nivel en Estados Unidos, lo cual ha llevado a rememorar los inicios de la gran recesión global de 2008 y 2009, cuando quebró el Banco Lehman Brothers.
Este hecho nos recuerda la importancia de la banca como intermediario entre el ahorro y las necesidades de financiamiento de la economía, sirviendo a su vez como canal de transmisión de la política monetaria a partir de la creación secundaria de dinero. Donde la banca comercial tiene la capacidad de expandir los depósitos en la economía, debido a que el nivel de créditos otorgados depende en parte de las reservas de dinero exigidas por parte de la autoridad monetaria para hacer frente a las necesidades de los clientes.
La pregunta es por qué, a pesar de los requerimientos de reservas de la banca, el sistema enfrenta recurrentemente crisis. En la práctica son las decisiones financieras de los bancos, la capacidad de regulación por parte del estado, y la exposición inherente de la banca a condiciones económicas lo que define esta situación. Para el Banco Silicon Valley, los factores que llevaron a su quiebra fueron la mala gestión, dado el descalce entre el valor de sus activos, que tuvieron una caída en su valor de mercado y sus pasivos, dada necesidad simultánea de recursos por parte de la industria tecnológica, junto a problemas de regulación.
En este sentido, las noticias recientes nos recuerdan aspectos simples de la economía, tales como que el activo de un agente económico es el pasivo de otro. Por lo que la quiebra de un banco no es lo mismo que la quiebra de una empresa. Cuando cae un banco, además de la perdida de los fondos ahorrados por parte de las personas naturales, los efectos colaterales para sus accionistas y ahorradores de alto patrimonio, gatillan un efecto domino en el valor de los activos de los agentes económicos altamente integrados en el mercado financiero, debilitando su posición patrimonial. Por lo tanto, el riesgo aumenta inmediatamente en el mercado en la medida que este reconoce el grado de exposición y vulnerabilidad de los agentes.
En Estados Unidos, las autoridades económicas se han visto obligadas a tomar control de los bancos con el fin garantizar un proceso de quiebra relativamente ordenado. Mientras intenta calmar al mercado sobre la estabilidad y liquidez de la banca. En todo caso, las acciones caen, mientras se debate sobre la velocidad de ajuste de la tasa de política monetaria por parte de la Reserva Federal, ya que parte de los problemas en el sistema, es el efecto del alza de tasa y su incidencia en los instrumentos de renta fija. A su vez, los efectos de contagio han llegado al mercado europeo con caídas en las bolsas de valores, mientras uno de los quince bancos con importancia sistémica como el Banco Credit Suisse registra una alta volatilidad en el precio de su acción, en línea con los anuncios de algunos accionistas para no ampliar sus inversiones en esta entidad, mientras recibe el apoyo financiero del Banco Nacional de Suiza.
En resumen, las condiciones para una nueva crisis financiera global se ven aún lejanas, dado un mejor marco regulatorio bancario después de la crisis de 2008-2009.
Juan Leonardo Ortiz Castillo
Economista Senior
Observatorio de Contexto Económico UDP (OCEC UDP)