Bitcoin viene rebotando después de un retroceso importante, y no es casualidad lo que estápasando. Todo empezó cuando Donald Trump anunció lo que él mismo llamó una “guerra comercial” con China hace un par de semanas.

El punto de quiebre fue cuando propuso aranceles del 100% a los productos chinos. Entrarían en vigor el 1 de noviembre, si no lograban algún tipo de acuerdo entre ambos países. Esa fecha límite se transformó en su principal herramienta de presión. Desde entonces, Trump ha estado mareando al mercado con declaraciones contradictorias. Un día decía que no se reuniría con Xi Jinping, al siguiente que sí, después amenazaba con subir los aranceles al 155%, luego al 157%... un vaivén constante que solo generó más confusión.

Pero nada de eso fue casualidad. Trump está usando la incertidumbre como arma, para acorralar a China y forzar un acuerdo antes de final de mes, sin dejarle espacio para maniobrar.

Durante este fin de semana, los secretarios del Tesoro de ambos países confirmaron avances importantes tras una reunión. El mensaje fue claro, ninguno quiere llegar al 1 de noviembre con los aranceles activos. Por eso, Trump y Xi tienen agendado verse las caras este martes en Corea, y si todo sale bien, ese encuentro podría sellar una tregua comercial rápida, justo antes de que el daño sea real.

Rusia tampoco se salva

Mientras tanto, Trump también aumentó la presión sobre Rusia para frenar la guerra con Ucrania. Aplicó sanciones más duras contra las principales petroleras del país, afectando directamente una fuente que representa cerca del 30% de los ingresos rusos.

Tras esas declaraciones, Bitcoin sintió el impacto (menor que con China, pero igual se notó) Aunque Rusia intentó minimizarlo, India y China ya anunciaron que reducirán sus compras de petróleo ruso para evitar sanciones secundarias.

Trump advirtió que si Putin no muestra señales concretas de paz, las próximas sanciones serán incluso más fuertes.

Inflación, tasas y cierre de gobierno

Estados Unidos enfrenta uno de los cierre de gobierno más largos de su historia que detuvo la publicación de la mayoría de los datos económicos. Aun así, como por arte de magia, el viernes pasado sí aparecieron los datos del IPC, mostrando una inflación más controlada de lo esperado.

Todo apunta a que el gobierno está mostrando solo los datos que le favorecen, porque el verdadero problema hoy está en el empleo, y esos son los números que realmente ponen aEE.UU en riesgo. Con el cierre de gobierno, tienen la excusa perfecta para ocultar las cifras que no les convienen.

Con ese escenario, el mercado ya descuenta casi un 99% de probabilidades de una baja de tasas de 25 puntos en la reunión de la Reserva Federal de esta semana.

¿Y qué esperamos para el dólar?

Tras los datos de inflación, el dólar siguió cayendo, anticipando la baja de tasas. Es el movimiento clásico: el mercado se adelanta antes del anuncio y rebota justo después.

Hoy el dólar frente al peso chileno está muy cerca del soporte que ha respetado durante más de un año.

Lo más lógico sería ver un rebote hacia la baja del dólar de aquí a mediados de semana, especialmente si la Fed confirma la baja de tasas este miércoles. Pero si, contra todo pronóstico, el dólar rompe este soporte y sigue cayendo, podríamos estar frente al inicio de una tendencia bajista más profunda. Aun así, ese escenario es muchísimo menos probable

En resumen, las próximas dos semanas no solo van a marcar el fin o la continuación de esta tensión global, sino también el tono con el que el mercado cerrará el año