Swarm: Crowdfunding y criptomonedas en uno

En los últimos años dos incipientes mundos han sabido abrirse espacio. Y del buen espacio. Ese espacio que se abre naturalmente porque la tecnología que hay detrás derriba muros y une a las personas. Nos referimos al crowdfunding y las criptomonedas (como Bitcoin, Litecoin, Dodgecoin y Coinye, la moneda inspirada en Kanye West.

Crowdfunding

Para los que estuvieron viviendo en una isla desierta los últimos 5 años, crowdfunding es una forma de levantar capital para financiar proyectos –mayormente– sociales, en que la gente aporta sumas de dinero a cambio de un “premio”. Este premio lo define el emprendedor y generalmente va desde una carta de agradecimientos personalmente firmada, hasta una edición limitada del producto/servicio que buscan financiar. Las plataformas de crowdfunding más famosas hoy son Kickstarter e Indiegogo.

Sólo para que se hagan una idea de la magnitud y el éxito de las plataformas de crowdfunding, sólo Kickstarter ha visto pasar 150.000 proyectos (sí, ciento cincuenta mil), de los que han cumplido la meta más del 40%. Y por supuesto que hay casos emblemáticos, como este, que buscaba levantar la notable suma de US$ 10 dólares (nuevamente Sí, diez dólares) para hacer una ensalada de papas, y que en este segundo lleva recaudado más de USD 50.000 (… sí, cincuenta mil dólares para hacer una ensalada de papas…)

La unión de dos buenos mundos

Swarm, una empresa alemana fundada por Joel Dietz, busca conectar estos dos conceptos de una manera particular. Si bien lo más lógico habría sido que la plataforma de crowdfunding aceptara Bitcoin como método de pago, Joel eligió una línea alternativa.

Esta plataforma está asociada a su propia criptomoneda (Swarm Coin), las que deben ser compradas con Bitcoins (a una tasa de 5.000 Swarm Coin por cada BTC) durante el periodo de levantamiento de capital, que comenzó el 17 de junio y termina el 20 de julio. Quienes compren Swarm Coins serán básicamente inversionistas de la plataforma, y por lo tanto, serán inversionistas sobre los proyectos que se financien ahí.

Esta propuesta es significativamente distinta a lo que hoy existe. Por ejemplo, si entras a Kickstarter y aportas USD 100 en un proyecto que te parezca interesante, además de los agradecimientos del emprendedor y el premio asociado, no tienes nada que ver con el proyecto. Kickstarter por otro lado se queda con un porcentaje de lo que se recaude. Es la forma en que funciona su modelo de negocios.

En Swarm, si eres dueño del 1% de sus criptomonedas, y la empresa financiada paga de vuelta USD 1.000, entonces te llegan 10 dólares. Si estos proyectos llegaran a alcanzar el volumen de Kickstarter, entonces estaríamos hablando de mucho dinero.

Esta iniciativa es una suerte de “crowdfunding inception”, porque a través del aporte de miles de personas se financiará una plataforma que será a su vez un espacio para financiar proyectos de terceros.

Independientemente del éxito que tenga en el tiempo, creo que detrás del concepto hay una idea genial. Una nueva forma de levantar capital usando criptomonedas. Es más fácil y rápido que ingresar a accionistas en la constitución de una empresa. Y al final de cuentas, las Swarm Coins pueden ser transferidas de manera tan simple como quien tranza un BTC.

¿Será esta una alternativa al modelo de acciones en la bolsa también?

Fuente: www.economist.com