Criptoactivos y tributación: ¿Por qué la naturaleza descentralizada no significa una exención de impuestos?
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Criptoactivos y tributación: ¿Por qué la naturaleza descentralizada no significa una exención de impuestos?

Felipe Godoy
Felipe Godoy

Como dijo Benjamín Franklin: "En este mundo, nada es seguro, excepto la muerte y los impuestos." Y tenía toda la razón.

Cada vez que nosotros interactuamos con otras personas efectuando transacciones u operaciones con impacto económico, es probable que dichos actos estén sujetos al pago de impuestos. Lo importante de esta historia es entender por qué existen, cuál es su utilidad para la sociedad y por qué pueden llegar a aplicarse a las transacciones con criptoactivos, a pesar de su naturaleza descentralizada.

Para entender por qué existen los impuestos, hay que remontarse a los orígenes del Estado moderno. A medida que las sociedades se hacían más complejas y las actividades económicas se diversificaban, los gobiernos necesitaban más recursos para mantener el orden y la estabilidad social. La tributación se convirtió así en una forma de financiar los servicios públicos, como la defensa, la educación, la salud y la justicia.

Las civilizaciones antiguas, como los egipcios, griegos y romanos, usaban los impuestos para financiar la construcción de grandes obras públicas, como templos y acueductos, y para mantener a sus ejércitos. Durante la Edad Media, los señores feudales cobraban impuestos a sus vasallos para mantener sus fortalezas y ejércitos.

En la época moderna, los impuestos se han vuelto más complejos y sofisticados. Los gobiernos han utilizado los impuestos para financiar programas de bienestar social, como la seguridad social y la atención médica, así como para fomentar el crecimiento económico mediante la inversión en infraestructura y la reducción de la carga fiscal sobre las empresas.

Pero los impuestos no solo sirven para financiar los gastos públicos. También tienen una función redistributiva, es decir, buscan equilibrar las desigualdades económicas y sociales. Por ejemplo, los impuestos progresivos, que gravan más a los que más tienen, son una forma de redistribuir la riqueza y reducir la pobreza. Los impuestos también pueden ser utilizados como una herramienta para regular la economía, fomentar el crecimiento y la innovación, y proteger el medio ambiente. Para este último caso, por ejemplo, se utilizan impuestos “ambientales” para desincentivar la producción y el consumo de bienes que generan una gran cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero y otros contaminantes.

Sin embargo, a pesar de la importancia histórica que han tenido y tienen los impuestos, las personas suelen resentir tener que pagarlos. Esto se debe en gran parte al hecho de que los impuestos son obligatorios y, a menudo, percibidos como “un mal necesario”.

Pero, ¿qué sucede con los criptoactivos y la tributación? Aunque los criptoactivos funcionan sobre la base de una tecnología descentralizada que permite la transferencia de valor sin intermediarios, lamentablemente no están exentos de impuestos. De hecho, la mayoría de los países consideran que los criptoactivos son un activo financiero y, por tanto, están sujetos a las mismas obligaciones fiscales que cualquier otra inversión.

La tributación de los criptoactivos puede ser un desafío para los inversionistas y los gobiernos debido a su naturaleza descentralizada, fluctuante y también global. Por otro lado, a pesar de que las transacciones quedan registradas en la Blockchain, es difícil llevar un control de todas las operaciones y entender los efectos de cada una, debido a que, en algunos casos, son miles y miles de transacciones, o bien, operaciones fraccionadas y diversas, tales como enajenación, staking, yield farming, airdrops, entre otras.

Sin embargo, muchos países han adoptado regulaciones y leyes fiscales específicas para los criptoactivos, como el establecimiento de tasas de impuestos preferentes con el objetivo de incentivar el pago de impuestos, como también el establecimiento de reglas tributarias claras y específicas que faciliten la labor de los contribuyentes para pagar sus impuestos, reduciendo su incertidumbre, ayudándolos a mantener registros precisos y mejorando su cumplimiento tributario.

En conclusión, los impuestos son un tema esencial en cualquier sociedad moderna y su existencia se remonta a la antigüedad. Aunque han evolucionado y cambiado con el tiempo, su propósito fundamental sigue siendo el mismo: financiar las necesidades del gobierno y proporcionar bienes públicos a la población.

Aunque los criptoactivos se presentan como una alternativa descentralizada y seudónima a los sistemas financieros tradicionales, esto no los exime de cumplir con sus obligaciones tributarias.

Es importante comprender que, aunque la tecnología blockchain y los criptoactivos están en constante evolución, los principios tributarios básicos no han cambiado y deben aplicarse de la misma manera a estas nuevas formas de activos. A pesar de ello, se debiese tender a implementar políticas tributarias claras y justas para la industria de los criptoactivos, con el objetivo de no solo asegurar la recaudación de ingresos para los gobiernos, sino que también garantizar que los inversores y las empresas puedan cumplir de manera más sencilla con sus responsabilidades tributarias y contribuyan al desarrollo y sostenibilidad de la sociedad en general.

Felipe Godoy es Abogado y Cofundador Grupo Wolf y Gluon



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